Como en todos los sectores, la tecnología está revolucionando la forma en que operan las empresas del sector textil (a través del análisis de datos, la inteligencia artificial, la tecnología virtual, etc.), lo que da como resultado procesos simplificados y eficientes cuyo impacto es imposible ignorar. Ante esta evolución tecnológica, el sector crece y con él la necesidad de adaptarse al nuevo escenario de la industria de la Moda.

Fotografía por Eva Wang
Los textiles y la moda, que emplean a más de 430 millones de personas y ganan alrededor de 1.500 millones de dólares en todo el mundo, contribuyen a satisfacer una de las necesidades básicas del ser humano: cubrir el cuerpo. Como una de las industrias más grandes del mundo, es curioso ver que su forma de operar no ha cambiado mucho en los últimos 20 años. Esto se debe en parte a que en muchos países todavía es fácil conseguir mano de obra de bajo costo y subcontratar los costos de producción más altos. Sin embargo, las crecientes preocupaciones sobre salarios justos, la sostenibilidad, así como la necesidad de satisfacer a los consumidores hiperconectados de hoy, han allanado el camino para el surgimiento de nuevas tecnologías. De hecho, vivimos en la "era instantánea" de la tecnología. Las redes sociales han cambiado la forma en que se consume la moda y han guiado a los clientes a querer acceso instantáneo a las últimas tendencias tan pronto como suben a la pasarela. Al mismo tiempo, las generaciones más jóvenes, que quieren destacar entre la multitud, buscan productos que se adapten a sus necesidades y preferencias. Además, la ropa "fabricada en masa", la conocida moda rápida, parece estar perdiendo gradualmente su encanto.
A medida que estas tendencias se hacen más evidentes, cada vez tiene menos sentido que las empresas y marcas sigan produciendo grandes cantidades de ropa, con meses de antelación, sin ninguna certeza del volumen de ventas. Las marcas que respondan mejor a las necesidades del mercado serán las ganadoras en este entorno que cambia rápidamente. La vida real está cada vez más interconectada con el mundo digital y todos, desde la fábrica hasta el minorista, deben adoptar las últimas tecnologías para ampliar los límites de la fabricación, la producción y el marketing. Desde la inteligencia artificial hasta el auge del comercio móvil, la impresión 3D y los desfiles de moda digitales, la industria está cambiando. Y nunca miraremos atrás. La pandemia mejoró y aceleró el proceso. Con fronteras cerradas, viajes cancelados y ferias pospuestas, existía la necesidad de innovar y transformar la presentación de productos a diseñadores y marcas de la industria de la confección y la confección.

Mundo de Cambio, Trimalhas
A medida que la penetración en línea se acelera y los consumidores exigen cada vez más interacciones digitales sofisticadas, los actores de la moda deben optimizar la experiencia en línea y la combinación de canales mientras encuentran formas persuasivas de integrar un toque humano.
Podemos esperar cuatro cambios principales en el futuro de la Moda, todos ellos claramente apoyados en la tecnología. La primera es la importancia y el uso de los datos: en el pasado, los consumidores utilizaban todo lo que creaban los diseñadores. Esos días están llegando a su fin. Las marcas ahora utilizan datos para comprender las preferencias de los clientes, monitorear su comportamiento de compra y crear productos que satisfagan sus necesidades. El futuro de la moda estará impulsado por los datos: aprovechando los datos sobre las tendencias de los consumidores, las marcas pueden crear las piezas que los consumidores probablemente comprarán. Los beneficios de utilizar datos en la industria son muchos y buenos: desde producir únicamente piezas que los consumidores realmente utilizarán hasta reducir el desperdicio y conectar a los consumidores adecuados con las piezas que les gustarán. Los datos también ayudan a las marcas a funcionar de manera más eficiente, dándoles espacio para innovar y equilibrar la oferta y la demanda.
El segundo cambio se refiere a la sostenibilidad. El slow fashion está cada vez más de moda y prueba de ello es que el 88% de los consumidores quiere que las marcas le ayuden a ser más respetuosos con el medio ambiente. Los tejidos y métodos tecnológicamente innovadores son cada vez más comunes. El tercer cambio obviamente involucra lo digital. Dado que cada vez más compradores aprovechan las maravillas de Internet, las marcas deben mantenerse al día. La comodidad y la rapidez son privilegio de todos, incluso si eso significa no poder experimentar algo en persona. Las marcas de moda más exitosas del futuro no sólo pondrán sus productos a disposición online, sino que también crearán una experiencia de compra digital inmersiva.
El futuro de la moda se centrará en los clientes y les brindará una experiencia innovadora. Los avances en las tecnologías de realidad inmersiva y mixta presentan una oportunidad para que las marcas de moda impulsen negocios sostenibles, interactúen con las audiencias y sigan siendo relevantes. “Desde pasarelas virtuales y ropa digital hasta la primera supermodelo digital, la experiencia inmersiva ofrece oportunidades radicalmente creativas y disruptivas que están dando forma rápidamente al futuro de la moda.